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Mitos y realidades de los Alimentos Integrales

A veces creemos saber qué son los alimentos integrales y los compramos cuando iniciamos una dieta porque imaginamos que son saludables y Light. ¿Es esto cierto?

Les explicare algunos de los rumores acerca de los alimentos integrales y sus verdaderas propiedades. Estas preguntas ayudarán a conocer mejor para qué sirven y en qué pueden contribuir a nuestra salud.

¿Los alimentos integrales solo aportan fibra?

FALSO. Con el nombre de “integrales” se denomina a aquellos cereales y legumbres que conservan su integridad físico-química, esto quiere decir, que no han sido refinados. Pero las propiedades de este tipo de producto superan en mucho al aporte de fibra (de por sí muy bueno). Por ejemplo, un grano de cereal está formado por una estructura de capas, de adentro hacia fuera: germen, almidón y corteza (o pared celulósica). Todo alimento integral tiene fibra, pero no todo alimento con fibra es integral.

¿Los alimentos refinados solo mantienen el almidón?

VERDADERO. Los productos refinados o “blancos” sólo tienen el almidón. Cuando consumimos pan o arroz blancos, obtenemos la energía del almidón, pero perdemos la fibra y las vitaminas B1 (tiamina) y B2 (riboflavina), que están en el germen y en el salvado de los granos, y que nos favorecen el metabolismo e influyen sobre el sistema nervioso y otros tejidos.

¿Los panes o galletas con fibra agregada son integrales?

FALSO. Muchos de los panes y las galletas que hoy se ofrecen en el mercado como “integrales”, en realidad están hechos con harina de trigo refinada a la que luego se le agrega avena arrollada, harina de centeno o, más frecuentemente, salvado de trigo: la misma “cáscara” que se le quitó en la molienda. Con este proceso se pretende “recuperar” la fibra original del cereal, pero siguen faltando las vitaminas del germen.

¿Los alimentos integrales solo pueden ser los cereales?

FALSO. Las principales fuentes son los granos de los cuales los más comunes son: trigo, arroz, avena, maíz y cebada entre otros, las legumbres también pueden ser consideradas dentro del grupo de alimentos integrales. Las más utilizadas son las lentejas, las habas, los garbanzos y soya.

Así como también se denominan alimentos integrales a todos aquellos alimentos que se encuentran en su estado original antes de ser sometidos a cualquier un proceso de refinación (congelación, deshidratación, extracción, envasado, etc.), que reduce un el 80% de su valor nutritivo. En este sentido, podemos incluir frutas, verduras, semillas.

¿El exceso de alimentos refinados nos lleva a la obesidad?

VERDADERO. El consumo elevado de alimentos refinados y el sedentarismo están entre las principales causas de las enfermedades crónicas, como el cáncer y la obesidad. El aumentar el contenido de fibra dietaría en el plan alimentario del paciente con sobrepeso u obesidad, se contribuye a prevenir complicaciones.

¿Los alimentos integrales nos hacen adelgazar?

FALSO. La fibra contenida en los productos integrales aumenta el volumen y el valor de saciedad de la dieta, y contribuye como herramienta indispensable en el tratamiento de la obesidad, pero no ayuda a adelgazar por sí sola.

¿No es bueno incorporar mucha cantidad de fibra a nuestra dieta de golpe?

VERDADERO. Si venimos de una dieta que no incluye alimentos integrales ni frutas frescas, no es conveniente incorporarlos de golpe. Puede “pasarse” de la cantidad de fibra recomendada, y tener trastornos gastrointestinales, flatulencia, diarreas ya que la pared celular de los vegetales no es digerida.

Debemos incorporarlas poco a poco, así el organismo se acostumbrara y se mejorara el tránsito intestino. Podemos comenzar con las harinas integrales, luego las legumbres combinadas con cereales. Se puede comer hasta tres piezas de fruta por día, acompañar la carne, pollo con ensaladas crudas y utilizar aceite vegetal de buena calidad en lugar de manteca. Así como reemplar el azúcar blanco por miel o azúcar integral.

Espero les haya servido mucho descartar algunos de estos mitos, así que cuando un mito los haga dudar no duden en comunicarse con algún profesional que le ayude a orientarlo o investigar acerca de alguna duda que tenga. Estamos para servirle.

Es muy importante informarnos muy bien, así como cuidar la calidad de su alimentación y la de su familia.

 

Lic. Nutrición. Egresada de la Universidad del Valle del Fuerte, práctica en Centro de Salud (Los Mochis), servicio social en Hospital Fátima S.A de C.V. Integrante del programa de comunidades saludables 2012, juego, me divierto y aprendo comiendo bien “por mi salud”.

 

 

Etiquetas: Nutrición, Judith Mendivil